¿Alguna vez te has preguntado por qué tienes una expresión de cansancio en el rostro, aún contando con un perfecto nivel de energía y ánimo? Además de las ojeras (que sabemos tienen un gran aporte a esta imagen), también entra en juego la flacidez de los músculos faciales. Estos, con el paso de tiempo, se tornan flácidos y tiran hacia abajo de la piel cuyas expresiones controlan.
La flacidez de la musculatura facial se puede manifestar de distintas formas, aquí te iré detallando las más evidentes:
- Cejas caídas: los músculos frontales situados en la frente son los que permiten elevar las cejas, si estos están flácidos, no mantendrán las cejas elevadas y nos perderemos de mostrar una mirada despierta y jovial.
- Pómulos caídos y presencia del surco nasogeniano: sin lugar a dudas, este es uno de los rasgos que más diferencia marca en las primeras fases del envejecimiento del rostro una persona. Este es provocado, hasta cierto punto, por la flacidez de los músculos cigomáticos mayor y menor. Estos son los músculos que se extienden diagonalmente en el área de los pómulos. Su función gira en torno a controlar diferentes expresiones de los labios, por ejemplo extender las comisuras de los mismos para emular una sonrisa. Si están flácidos, colgarán y contribuirán a la formación del surco nasogeniano.
- Arrugas en el contorno de los ojos: las arrugas pueden ser provocadas por falta de tono muscular en el músculo orbicular de los ojos.
- Comisuras de labios caídas: esto puede estar siendo provocado por una sobre estimulación de los músculos depresores del ángulo de la boca o por flacidez en los mismos. En ambos casos, tirarían hacia abajo las comisuras de los labios.
- Papada: la temida papada, sí también puede estar siendo provocada por flacidez en el músculo platisma que se extiende por el cuello y cuya función es permitir en descenso de la mandíbula. Este músculo puedo colgar y dar la apariencia de papada aun si la presencia de grasa o linfa estancada en la zona, que también vienen siendo factores que intervienen en la formación de papada.
Estos son solo algunos de los rasgos más comunes, los cuales pueden acelerar la imagen de un rostro envejecido, aún teniendo un óptimo nivel de colágeno, elastina e hidratación en la piel.
Para evitar la flacidez muscular, existen distintos ejercicios de tonificación de la musculatura facial que nos permiten corregir o prevenir estos cambios en nuestra morfología facial. Estos ejercicios se conocen como yoga facial o gimnasia facial.
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